Ahorra en la factura de electricidad
La factura de la electricidad es uno de los gastos del hogar a los que tienes que hacer frente cada mes. Como sabrás, el precio de la electricidad ha ido aumentando últimamente, debido al peso que tiene en la factura lo que es conocido como parte fija: lo que se refiere a la potencia contratada e impuestos y no a nuestro consumo eléctrico.
Esto hace que pagues más por la electricidad aunque consumas menos, por lo que hace muy difícil el poder ahorrar.
Para pagar menos electricidad, lo mejor es comparar tarifas de electricidad para elegir la que mejor se adapte a tus necesidades.
Además, para ahorrar en electricidad, debes tener en cuenta estos aspectos:
Apaga completamente todos los aparatos electrónicos. El piloto rojo encendido (stand by) consume electricidad. Y a lo largo del año puede suponer un gasto de entre 50 y 100 euros.
Utilizando electrodomésticos eficientes reducirás de forma considerable el consumo de electricidad.
Utiliza bombillas de bajo consumo. Aunque sean más caras, esta inversión inicial se verá recompensada en los recibos siguientes.
Pon la lavadora con el agua fría y totalmente llena. Este sencillo gesto también recorta bastante nuestro gasto a final de mes. También es recomendable apagar la vitrocerámica un poco antes de que esté hecha la comida, para aprovechar el calor residual.
Cierra correctamente las puertas y ventanas. Así conseguirás no malgastar la energía de la calefacción y el aire acondicionado.
Apaga las luces cuando no sean necesarias. En ocasiones encendemos alguno luz sin ser realmente necesario. Intenta aprovechar la luz natural al máximo, abriendo persianas, apartando cortinas…
Usa el microondas en vez del horno. Utilizando el microondas puedes ahorrar una cantidad importante de electricidad.
Uno de los electrodomésticos que más energía consume en el hogar es el frigorífico. Asegúrate de que tenga una correcta ventilación para que su motor funcione eficientemente. Además, no introduzcas alimentos calientes e intenta no abrirlo demasiado. También debe estar situado en zonas lejanas de fuentes de calor y no usar temperaturas excesivamente bajas tanto de frigorífico como de congelador.
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